martes, 14 de febrero de 2017

Hoy siento que te alejas...


Tus ansias de volar, de vivir, son más fuertes que tus miedos, tus dudas, tus inseguridades...
Para mi no es fácil. Hecho de menos a mi niña, a mi pequeña, a mi princesa de ojos de almendra. Hecho de menos tus caricias, tus abrazos, tus "te quiero mucho mamá"...

Estoy segura de que detrás de tu desafiante adolescencia está la ternura que añoro y que algún día volverá a salir de tus gestos y de tus palabras.

Pero ahora has crecido y quieres encontrar tu sitio en la vida, quieres medir tus fuerzas, quieres vivir tus ilusiones y deseos, quieres volar...

Y para eso necesitas dejar el nido, cortar el cordón que te une a la seguridad de la niñez y del confort y salir al mundo...
Y a mi me duele...

Pero te quiero tanto que mi sufrimiento no puede convertirse en jaula de oro ni en una burbuja de cristal.

Estaremos aquí , para que cuando necesites volver, con alegrías o con penas, en los momentos duros y en los momentos gozosos, encuentres el lugar que nunca perderás, el lugar que ocupaste el día que llegaste a nuestras vidas, en nuestro corazón, porque de ahí naciste...

Te quiero mucho, princesa.