Mi hija está viviendo una de esas situaciones, tengo que confesar que mi primera intención ha sido protegerla, aislarla del entorno y de las personas que la hacen sufrir, pero ella misma me ha pedido, demostrándome a sus 11 años una madurez y una fortaleza fuera de lo normal, que quiere seguir adelante, que lo único que necesita es nuestro apoyo y nuestro cariño...
"Mi querida hija, mis ojos de almendra, ten la seguridad de que estaremos contigo siempre que nos necesites. Que cuando lleguen los momentos de soledad, miedo y oscuridad, nos tendrás incondicionalmente a tu lado. Pero también celebraremos juntos los triunfos y la alegría de tenerte con nosotros... Te queremos mucho, princesa"