lunes, 29 de enero de 2018

Las heridas también se curan....

Seguro que en alguna ocasión todos hemos puesto en fila las pequeñas figuras que emergen de una en una de las famosas muñecas rusas, las matrioskas. 


No hace mucho, contemplando mi hija y yo cómo iban saliendo una detrás de otra, se me ocurrió preguntarle...¿Te imaginas que tú pudieras hacer lo mismo, que pudieras sacar de tu interior a todas las pequeñas niñas que han ido creciendo dentro de ti?
 Se quedó pensando un momento y, con la mirada puesta en la más pequeña, la tomó entre sus manos, la acarició y me dijo: "Mamá ésta sería yo de bebé y creo que a una bebé hay que cuidarla mucho..." 

Y tenía razón, a una bebé hay que cuidarla mucho...pero nunca es tarde...

Sería estupendo poder ayudar a nuestros hijos/as a sacar a su bebé y a mirarla con cariño y a consolarla y a decirle que ya está a salvo... 


Y, poquito a poquito, enseñarles que las heridas se curan, aunque para ello tengamos que sacarlas y limpiarlas de vez en cuando, como a las muñecas matrioskas...

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